Aida

Ayda comenzó a tatuar gracias a su padre que era tatuador, al tiempo se dio cuenta de que tatuar no le llenaba. Empezó a anillar en el instituto, tenia sangre fría para este trabajo y no le daba miedo pinchar, en 2014 comenzó a formarse de manera profesional, descubrió que le gustaba mucho más anillar. En 2016 comenzó a trabajar en Center realizando entre 30 y 60 piercings diarios y entre 80-100 en Montera durante casi 3 años. Con el paso de los años con la experiencia adquirida ha creado su propia técnica, cada vez usando menos material y haciendo todo freehand. También realiza microdermales y tiene conocimientos de otras técnicas cutáneas. Ha trabajado en diferentes estudios de Madrid.
Lo que mas le gusta de su trabajo es que cada día tiene una meta diferente que ella misma se plantea, pretende crear una técnica prácticamente indolora y super rápida en la que tarde menos de un minuto.
Le encanta todo lo que tiene que ver con la joyería y lo que más le gustaría es hacer diseños propios y originales que sean únicos para cada cliente.
Para ella lo mas gratificante es que sus clientes la siguen allá donde ella va.